lunes, 12 de diciembre de 2011
Desde mi Rincón ::: Adviento de Austeridad
El mundo actual lo hemos construido sobre arenas movedizas , de tal manera que cuando ha llegado el viento huracanado del desempleo y el agua torrencial de la crisis mundial , han socavado todas las estructuras sociales, políticas en palacios y sueños de bienestar en las calles de las grandes y pequeñas ciudades , en las que hemos vivido los hombre engañado, durante la última década de este siglo.
Las pajas del pesebre, el calor animal y los sencillos vestidos con los que María envolvió al Niño, se hacen hoy más elocuentes que ayer.
Al hombre de hoy lo hemos desquiciado, pues con las promesas de bienestar, progreso, desarrollo y buena vida, le hemos ocultado la realidad más hiriente: la sociedad y los políticos lo han engañado.
Ahora nos queda una esperanza que no vemos llegar, unos sueños que no alcanzamos a realizar, el hombre se tambalea porque no sabe a dónde se tiene que agarrar.
El Adviento en el que nos encontramos, nos abre a una esperanza cierta, a una vida vivida acorde con unos principios y valores olvidados durante mucho tiempo.
Ahora podemos volver a intentarlo de nuevo, para poder salir de este túnel, en el que nadie desea permanecer.
Todos tenemos recetas y soluciones para salir de la crisis, lo único que nos hace falta es voluntad para ello. Es necesario trabajar todo en la misma dirección y no cansarnos.
Por eso, la Iglesia, la familia y los grupos cristianos tienen una palabra que decir, en estas circunstancias tan especiales.
• El tiempo del derroche y del gastar por gastar, se ha terminado.
• Se puede vivir con menos, si entendemos que la vida no es tener para aparentar.
• La sobriedad y sencillez en vestir, en comer y en el ocio, nos hace ser personas más autenticas
• Los caprichos, el lujo y los gastos innecesarios , son una polilla que va carcomiendo la sensibilidad ante la pobreza de las personas y de familias enteras
• La solidaridad, el compartir y la generosidad, son actitudes y vocablos que deben volver a estar diariamente presentes en la vida del ciudadano.
• Si tienes dos trabajos con sueldo, y eres capaz de dejar uno para dárselo a un parado, estas compartiendo auténticamente tu riqueza con un pobre.
• El mirar, el contemplar y admirar el belén , que pones en tu casa, nos hace caer en la cuenta de que la sencillez, la austeridad y la humildad no están reñidas con ser una familia feliz
• Enséñale a tus hijos a vivir sin tantos caprichos, los harás mas fuertes para la vida
Recuerda que el portal de Belén y la casa de Nazaret, nos ayuda a superar cualquier crisis.
FELICES FIESTAS DE NAVIDAD
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